No se si es una decisión muy acertada estrenar este blog de opinión, Filosofía y otras temáticas realizando una crítica, y auto-crítica, a la Filosofía; y si a eso le sumamos el meme con el que abro esta publicación, en el que el conserje Willy se queja al director Skinner de que han sido los mismos Filósofos y Filósofas, que también las hay, l@s que han acabado por arruinar la Filosofía, puede que mis compañeras y compañeros del gremio filosófico me tiren de las orejas por colocar sobre sus hombros la responsabilidad de este hipotético derrumbamiento y caída de la Filosofía. Como si no tuvieran ya bastante buscando un trabajo que no sea la investigación o la docencia, intentando hacerse hueco en una de éstas dos, respondiendo cada día a la pregunta sobre para qué sirve lo que estudiaron, o viendo como son casi despreciad@s por la actual ley educativa, con las consecuencias que eso implica para la educación y la sociedad. Y ahora vengo yo con esto; tiene "mandanga" la cosa.
Aclararé que no creo que L@s filósof@s hayan arruinado la Filosofía, por ahora (tampoco lo descartes). Con este meme, que encontré por internet, y que obviamente es un montaje, mi intención principal es destacar la gran responsabilidad que tenemos l@s philosophers (Fans de la filosofía y el saber en analogía a l@s Beliebers, Abrahamers o en su caso extremo l@s Gemeliers) de seguir haciendo de la Filosofía, ya sea como actitud, como ámbito del conocimiento, o como disciplina académica, algo vivo, dinámico, comprensible, atractivo y que se adapte y contribuya, en la medida de lo posible, a esta era y sociedad en constante cambio, líquida (diría Bauman), en la que vivimos.
De ayer a hoy la sociedad ha cambiado, y mañana lo volverá ha hacer. Es inevitable, y positivo si también la Filosofía sigue formando parte de este cambio. No hablo de que la Filosofía se vuelva efímera e inmediata, superficial, perdiendo así profundidad y olvidándose de las cuestiones más fundamentales del ser humano.
De igual modo, esto no implica olvidarse o dejar de lado cuestiones más antiguas e importantes tratadas desde hace siglos o milenios. Tanto estas cuestiones como las más actuales deben ser tratadas, lo importante sea quizás cómo tratarlas y cómo comunicarlas.
Todo puede tratarse desde una perspectiva filosófica. Preguntas sobre la esencia o naturaleza del ser humano; si existe ni tan siquiera esta supuesta naturaleza o esencia; las implicaciones morales de una acción; si la libertad es una realidad o una ilusión; si somos tan sólo un cerebro o si existe el alma. Podría seguir indefinidamente, porque de contenidos va servida la Filosofía.
La cuestión no es tanto de los contenidos a tratar, sino del contexto donde los expresamos, la forma en la que nos expresamos, el modo en que presentamos tales cuestiones y las comunicamos, los recursos que utilizamos para comunicar y transmitir los contenidos, nuestras opiniones, inquietudes, y cómo exponerlas para abrir un debate o comenzar una clase.
En relación a la forma en la que nos expresamos, los filósofos y las filósofas (utilizaré la palabra "filósof@s" en sentido amplio, pero teniendo en cuenta la diferencia entre "Graduado/a en Filosofía" y Filósofo/Filósofa) solemos tener dificultades para ser comprendidos fuera de las instituciones académicas y del gremio. Como si la primera condición para que te den el título de Graduado/a en Filosofía es que no se comprenda ni un ápice de lo que dices. Esto se debe no sólo a las dificultades de los conceptos e ideas con los que tratamos y a la falta de conocimientos de un público no experto en Filosofía, sino que también se debe a nuestra capacidad, a veces limitada, de adaptar el contenido y nuestro discurso a la situación y contexto en el que se comunica.
Se comprende que el terreno académico y de investigación se rija por el lenguaje especializado de cada materia o disciplina, así como por unas reglas y estructuras formales en las que presentar y exponer las investigaciones, trabajos, presentaciones, etc. Así mismo, la investigación en Filosofía, y en todas las áreas de conocimiento, es enormemente valiosa, y su presentación formal es necesaria para que el gremio filosófico, y todo el gremio académico en general, conozca, analice y reflexione sobre el contenido de estas investigaciones.
Pero la realidad no se limita a la institución universitaria y académica. La sociedad no académica también necesita de esos conocimientos para avanzar como sociedad humana y no sólo como sociedad tecnológica. Es necesario que tendamos puentes entre las instituciones académicas y el conjunto de la sociedad para que ésta última también se vea beneficiada por tales conocimientos. Una Filosofía no académica adaptada para un público no especializado y que complemente a la académica.
Quizás podamos hacer que las grandes ideas de la historia del pensamiento brillen para los ojos de la sociedad actual e iluminen al mismo tiempo que deslumbran
Hace unos días, el catedrático de Filosofía Contemporánea Manuel Cruz publicaba en el periódico El país un artículo de opinión titulado El regreso de la filosofía sonajero, en el que exponía la vuelta del debate entre la Filosofía académica y la llamada Filosofía "mundana". Así mismo hacía referencia al regreso y peligroso establecimiento, sobre todo facilitado por las redes sociales, de unas denominadas Filosofías "sonajero" y unos "conceptos sonajero", aludiendo al carácter infantil o de poca madurez intelectual del contenido de tales filosofías y conceptos.
La cuestión parece centrarse en el vacío de un autentico discurso filosófico y de calidad de tales filosofías y conceptos "sonajero". Tal y como dice el autor, "Deslumbrar no es iluminar; lo único que arroja luz sobre el mundo es una idea potente". Pero quizás podamos hacer que las grandes ideas de la historia del pensamiento brillen para los ojos de la sociedad actual e iluminen al mismo tiempo que deslumbran.
Una Filosofía al alcance de tod@s, o a la que yo me refiero al menos, no tiene que pretender ser asimilada a la divulgación académica, sino adaptar esa divulgación académica y especializada para un público más amplio y no especializado.
Suele pensarse que la construcción de estos puentes se debe producir en las instituciones educativas y que es el equipo docente el responsable de transmitir a la sociedad estos conocimientos. Esto es cierto, pero incompleto. La construcción de estos puentes también se puede realizar desde el ámbito de la investigación y de forma externa a las instituciones educativas y académicas.
Es un goce intelectual dialogar con Aristóteles, Nietzsche o Simone de Beauvoir a través de los textos que nos dejaron, pudiendo así reflexionar y debatir después sobre sus ideas con l@s compañer@s del gremio; pero llevar estas ideas y reflexiones a la cotidianidad de la sociedad para que ésta también se haga partícipe traería consigo innumerables beneficios sociales y culturales.
Para hacer esto posible tenemos que aprovechar los recursos disponibles a nuestro alcance. Podemos publicar artículos académicos en revistas de Filosofía especializadas, pero también podemos trasladar y adaptar los contenidos de esos artículos o partes concretas de éstos a formatos o plataformas digitales actuales, mas cercanos al uso cotidiano de un público más amplio. Podemos utilizar blogs, videoblogs, vídeos explicativos en plataformas como "youtube" y redes sociales, páginas web y redes sociales dedicadas a tratar cuestiones actuales desde una perspectiva filosófica o relacionando cuestiones filosóficas con problemas y cuestiones actuales, y un largo etcétera.
Si nos movemos al terreno de la docencia, todo lo anteriormente dicho se resumiría a una cuestión pedagógica: la necesidad de renovar los métodos de enseñanza y aprendizaje utilizados y aplicados en la Filosofía como asignatura.
La necesidad de esta renovación pedagógica es una conclusión a la que llegué durante las prácticas de profesorado que realicé en un instituto de la ciudad en la que vivo, y en las que pude trabajar con unos alumnos y alumnas de l@s que aprendí mucho y a l@s que estaré por siempre agradecido.
La asignatura de Filosofía, al igual que el resto de asignaturas, no puede mantenerse congelada en el tiempo, estática, mientras la sociedad cambia a un ritmo desmesurado. No hablo de invertir más horas en currarse unas buenas presentaciones en "Powerpoint" o "Prezi", eso sería simplificar el asunto. Me refiero a utilizar recursos educativos creados por el equipo docente o ya existentes y a nuestro alcance para tratar los contenidos a explicar. Blogs, videblogs, videos explicativos y recursos como los dichos anteriormente pueden convertirse, realizando una selección adecuada, en recursos educativos de calidad para tratar los contenidos de la asignatura o introducir tales temas.
Si a esto le sumamos, siendo más importante que lo anterior, métodos de enseñanza y aprendizaje dinámicos y alejados de las deficiencias de algunas metodologías tradicionales, tenemos como resultado una Filosofía adaptada a las necesidades del alumnado de la sociedad actual.
Un simple meme como la imagen anterior puede utilizarse como recurso educativo para comenzar una explicación mas profunda de los contenidos a tratar, sirviendo como una introducción atractiva y relacionada con el día a día del alumnado, desarrollándose así un aprendizaje significativo.
Durante mis prácticas de profesorado utilicé este meme en concreto para exponer las teorías sobre biología evolutiva y genética de Richard Dawkins, autor que introdujo el concepto de "meme" en su libro de 1976 El gen egoísta.
Paradójicamente el "inventor" del concepto "meme" se acabó convirtiendo en un meme. Así mismo, la utilización de un meme como recurso educativo responde, paradójicamente de nuevo, a la definición dada por Richard Dawkins, quien afirmó que un meme es una unidad de transmisión cultural.
Si algo de positivo tiene esta sociedad líquida y digital en la que nos ha tocado vivir es que contamos con una gran variedad de recursos a nuestro alcance para acercar la Filosofía, en sentido amplio y en mayúsculas, a un público no especializado ni formado en esta disciplina, actitud vital, o como se quiera entender.
Construyamos puentes en beneficio de todos y todas y hagamos que la Filosofía se encuentre presente y forme parte activa del fluir inevitable de la realidad.
